martes, 6 de noviembre de 2012

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Generación del 80
Se dice que 1880 representa el fin de la Argentina épica y el comienzo de la Argentina moderna, sin embargo la frase es válida sólo en un determinado sentido: las guerras y los levantamientos de caudillos fueron dejadas atrás y es cierto que nacieron los partidos políticos y los debates parlamentarios, pero también nacieron nuevos problemas y enfrentamientos, especialmente con la inmigración.
Los hombres que vivieron alrededor del eje cronológico del año 1880 se los llamó generación del ’80. Esta generación se caracterizó por un grupo de hombres que en la política, la enseñanza y la literatura dieron un nuevo signo a su tiempo: práctico, ejecutivo y programático, con tinte europeo pero a la vez con sello nacional. Una elite que culmino la obra denominada Organización Nacional.
La expansión de la economía exportadora de carnes y cereales originó profundas transformaciones en la sociedad Argentina. Durante las últimas décadas del siglo XIX se registró un gran crecimiento de población en el país, que hasta entonces estaba relativamente poco poblado.

Inmigración
Entre 1870 y 1929 llegaron a la Argentina alrededor de 6 millones de inmigrantes europeos, de los cuales más de la mitad se radicaron definitivamente en el país, los otros volvían como es el caso de Agostino. En su mayoría provenían de las regiones más pobres de España e Italia. En general, se trataba de hombres solteros que venían en busca de trabajo, o con la esperanza de obtener territorios para cultivo, y así, luego volver a su país de origen o enviar dinero para que su familia pueda viajar al nuevo continente.

El gobierno argentino en ese entonces, veía al modelo europeo como única forma de progreso para el país. Además la situación con respecto a las necesidades argentinas y europeas era inversa: Argentina necesitaba mano de obra, como consecuencia del proyecto de expansión del sector agropecuario; y Europa liberaba mano de obra, como consecuencia de la Segunda Revolución Industrial.
La Constitución Argentina de 1853 estaba bajo el precepto de “Gobernar es poblar”, y así lo prueba un artículo de la misma:

“El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes”

Es por eso que creyeron necesario fomentar la inmigración mediante propagandas que hacían las compañías de navegación brindando información sobre las oportunidades que ofrecía Argentina. Por ejemplo:
  • ·          La promesa de grandes fuentes de trabajo
  • ·          Salarios más elevados
  • ·         La educación pública y gratuita para los hijos
  • ·         Una sociedad dinámica en donde el ascenso social era posible.


Hotel donde se alojaban los recién llegados

  1er decreto para fomentar la inmigración europea                   

Inmigrantes europeos llegados en barco.

En la novela se pueden observar varios beneficios que obtuvieron los extranjeros en nuestra tierra. Un ejemplo es cuando mencionan cómo Luisa llegó al Río de la Plata:
     
 “Hacía tres años que estaba en la Argentina, era de Florencia, Italia y le habían pagado el pasaje para que ayudara en la casa y atendiera a los chicos.” 


Problemáticas de/para los inmigrantes
Sin embargo el plan migratorio del estado no resultó como esperaban, ya que se quería poblar con gente civilizada, es decir, de la Europa civilizada: Anglosajona y Alemana. Por el contrario, sucedió lo que temían: llegó al país el grupo más atrasado y menos culto del viejo continente. Y estos inmigrantes se encontraron con que “hacerse la américa” – se referían a hacerse de un trabajo, tierra, educación, entre otras cosas, en América- no era tan fácil como lo proponía el estado argentino. Esto se debió a diferentes factores:
  •  Las mejores tierras para la producción ya estaban ocupadas y eran propiedad de grandes terratenientes, por lo que el acceso a la tierra propia era muy difícil o estaba casi bloqueado para los recién llegados, que disponían de un capital escaso.
  •  La demanda de trabajadores para las tareas agrícolas tenían un carácter estacional.
  •  La mayoría de los recién llegados se convirtió en habitantes de las grandes ciudades de las provincias del Litoral y de Buenos Aires.
  •  La infraestructura de las ciudades, era insuficiente para cubrir las enormes demandas de una población que, en muchos casos, hacia sus primeras experiencias de vida urbana.
  •  Las condiciones sanitarias en los conventillos eran muy malas
Conventillos: casas coloniales cercanas al centro de la ciudad, que eran remodeladas para poner en alquiler sus habitaciones. Eran habitados por numerosas familias y personas solas Cada familia tenía acceso a una habitación propia, y debía compartir la cocina o el baño con otras.




      


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